#ElPerúQueQueremos

Entrevista en revista EVA

Publicado: 2009-08-28

¿Cuánto ha cambiado el Carlos Cacho desde que apareció por primera vez en la tele?

En la primera oportunidad yo no estaba psicológicamente preparado para tanta popularidad. No le di la importancia que debí darle. Manejé muy mal mis declaraciones a los diarios. Ahora sí estoy en perfecta madurez y en paz conmigo mismo.

¿Cómo definirías el momento de tu vida en el que te encuentras?

Estoy viviendo mi momento zen, estoy divirtiéndome, estoy enamorado de mi trabajo. Amo mi trabajo, tengo pasión por lo que hago, me llena totalmente, me apasiona, me gusta, me atrapa. Estoy excitado con lo que estoy haciendo.

Amas tu trabajo…

Por supuesto. Es horrible trabajar en lo que no te gusta, ¡es lo peor! Es la vida más miserable que un ser humano puede seguir. Es levantarse molesto. Es ser un mal trabajador, mal profesional, mal empleado.

Y tú estuviste a punto de tener esa vida…

Sí, y me armé de valor. Les pedí a mis padres que me perdonaran porque habían pagado 4 años de universidad y sentía que los traicionaba, pero si seguía estudiando Derecho hubiera terminado odiándome a mí. Habría sido un coimero más de esos que abundan en el Poder Judicial. No sería mal abogado porque tengo recursos, soy una persona que defiendo lo que creo con uñas y dientes, con el cuchillo en la boca.

¿A qué edad te enamoraste por primera vez?

A los 16 años, de un muchacho de mi barrio. Éramos amigos pero él no sabía que era gay, se había peleado por mí defendiéndome. En una fiesta me vio completamente gay con un pantalón rojo y una camisa de seda. Se molestó conmigo, me agredió, me insultó; yo lloré y me fui a mi casa. En la madrugada reapareció y se disculpó. Me dijo que me quería mucho y que en el fondo sí sabía lo que yo era, que se negaba a aceptarlo porque le daba vergüenza saberlo y que le gustaría estar conmigo. Se confesó y me dijo que me quería mucho y nos besamos. Siento como si hubiera sido ayer, tengo la historia muy presente.

Muy pocas personas prosperan con su primer amor…

Sí, y menos los gays. Generalmente los homosexuales se enamoran de la primera persona con quien tiene relaciones sexuales. Uno se enamora platónicamente de la hora o dos horas que dura el encuentro sexual, lo vives como un romance pero no lo es. Como dice Alejandro Sanz, es fácil decir: “Te quiero cuando estamos solos”. Lo difícil es hacerlo cuando estamos todos.

¿Sientes realmente que la homofobia ya casi no existe el Lima?

Sí.

Es una gran noticia…

Sí y estoy contento de darla. Porque cada día la siento menos, de verdad.

Pero tú eres famoso, un adolescente desconocido tal vez no sienta igual…

Yo dije, cuando recién aparecí en la televisión, que si después de muchos años yo conseguía ver por la calle a dos chicos abrazados, dos gays enamorados conversando tiernamente en un parque, podía decir misión cumplida y estoy a punto de verlo. Converso con muchos jóvenes heteros y gays y me doy cuenta de que los peruanos cada vez nos respetamos más los unos a los otros en el aspecto sexual.

Hace poco se cumplió el primer mes del fallecimiento de Marco Antonio.

¿Cómo te sientes?

Con un inmenso vacío. ¿Sabes lo que la vida me ha quitado a mí? Todo ha sido muy duro. Yo sé de lo que la gente me acusa. Dicen que soy engreído, que me doy aires. Pero la gente no sabe lo que yo siento, no sabe de mi sufrir, no sabe lo que me emociona, no sabe por qué late mi corazón. He tenido una infancia interrumpida, he tenido que lidiar en un país difícil para mí sexualidad. He tenido que tomar decisiones drásticas y cambiarme de carrera, la vida me ha quitado a mi mejor amigo. Son cosas que no vive una persona normal. Si yo soy infantil es porque mi infancia fue muy corta y esa es mi manera de recuperarla.

¿Sigues hablando con Marco Antonio?

Mira (saca su billetera y muestra una foto de Marco Antonio). Está conmigo todo el tiempo. Le converso. Le pregunto qué decisiones tomar, que me ayude, que me proteja. Siento que él me quiere decir algo hace tiempo. Marco Antonio quería mucho la vida, pero se la quitaron; no fue mala suerte, no fue un atropello o un terremoto, lo de él fue distinto y con tanto sufrimiento que hay que rezarle para que esté tranquilo.

¿Por qué dijiste que fue tu novio?

Él me regañaba como papá, me celaba como hermano y me quería como novio. Pero no fuimos pareja. Me quiso ennoviar varias veces. Pero siempre pensé que Marco Antonio me necesitaba menos de lo que yo lo necesitaba a él.

¿Tú sabías que estaba enfermo?

No. Y me molesta que esa información se esté utilizando como un arma para que su homicida libre su culpa, libre su pena. Eso me fastidia, me da rabia. Con Marco Antonio he reído muchas veces, pero he llorado mucho más. Él conocía mis temores. Yo soy un hombre de temores y él era un hombre de grandes misterios, de grandes secretos y uno de esos misterios era su enfermedad.

¿Cómo sientes que será tu vejez?

Me aterra pensarlo. Amo la belleza. No quiero ser viejo, no quiero depender de nadie, no quiero caminar lento. Le tengo terror a depender, a no ser una persona independiente. Pedir ayuda para ir al baño. ¡No! Le pido a Dios que no me haga vivir eso porque creo que no lo resistiría. Quiero irme de pie.

¿Y por qué te es tan difícil encontrar el amor?

Debo ser insoportable, difícil, complicado. Solo quiero que cuando me enamore totalmente de alguien esa persona también lo haga de mí. Y quiero decirlo con toda la fuerza de mi corazón y mi mente. Hace unos días estaba con una persona a la que quiero mucho y con quien no tengo nada, pero con quien flirteo siempre. Jugamos a ser novios. No somos nada pero jugamos. Estábamos piropeándonos. Yo le pellizqué la barriga y me dijo que no lo pellizcara porque ha subido de peso, y yo le dije algo muy cierto y es algo que quiero sepa la persona de la que me enamore: “Yo no quiero tu cuerpo, quiero tu mente”. Eso es lo que quiero. Y es muy probable que tenga que enamorar yo a la persona antes que la persona me enamore a mí… Marco Antonio me quiso ennoviar tantas veces. “Te tengo novio”, me decía. “Alto como te gusta, pelo negro, como te gusta, y cague de la risa, como te gusta. Te vas a enamorar de él, buen chico”, me decía. Me presentaba muchos amigos. “¿Por qué estás solo siempre?”, me preguntaba y yo le decía: “Porque no llega nadie”.


Escrito por

carloscacho

No pretendo hacerme famoso con este blog,ni mucho menos creer que pertenezco a una exclusivisima prole de cibersabiondos que creen que por que escriben en la web son especiales,.soy un chico que trata de ser normal en un mundo anormal ,al menos el mio,osea mi


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Encuentros cercanos del tercer tipo

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